
Hoy quiero compartir uno de mis más bellos recuerdos, me atrevo a decir que más que un recuerdo fue como un sueño hecho realidad, aunque les parezca cursi así fue, al menos para mí, fue como si cerca de unas 3 horas haya estado en el mÁs hermoso sueño, y no es exageración mía.
Los que hayas experimentado algo así me entenderán, talvez, y sino, no me importa, porque se que el día 11 de Mayo del 2005 fui la mujer más feliz de este mundo, y esta felicidad no se compara con ninguna otra. Puedo afirmar que ese evento lo estuve esperando cerca de 6 o 7 años y aunque sabía que algún día llegaría, la desilusión cobraba vida cada año que transcurría sin noticias que alentaran mi alma.
Siendo honesta no siempre me gustó, no sé porque, quizá porque en la infancia no lo recordaba aunque casi toda esa etapa de mi vida me vi rodeada de él por así decirlo.
Pero fue hasta que en unas vacaciones de semana santa, cuando yo tenía 14 años, volvió a mi vida. Había ido a Veracruz a ver a una prima, y fuimos a un bar, ahí lo volví a sentir y a escuchar.
Una sensación de emoción recorrió mi cuerpo aunque no lo vi. Pero una avalancha de recuerdos que yacían escondidos emergió con más fuerza que nunca. Recordé cuando era una niña y vivía en Oaxaca con mi papá, él siempre lo ponía porque le gustaba mucho y yo me perdía entre la guitarra que él tocaba tratando de sacar alguna de las canción de Silvio Rodríguez.
Quizá la que más recuerdo y la que más me gusta es “y nada más” aunque hay otras que me llenan de emotividad. Pero volviendo a mi historia, después de ese día que lo escuché en voz de otra persona, Silvio Rodríguez se volvió mi obsesión, no sólo por la letra de sus canciones, que a mi más humilde opinión son hermosas, sino también porque su voz me traía paz, calma, y el recuerdo de la voz de otro hombre, mi papá.
Así fue como empecé a buscar canciones de él en mi computadora, yo sabía que ahí estaban porque a mi hermano igual le gusta Silvio, y sabía que debería tener una que otra canción. Y así fue, encontré la de “Ojalá”, “Que hago ahora”, “Te doy una canción”, “La era pariendo un corazón”.
Las escuchaba una y otra vez y aunque me las aprendiera, no bastaba, ya no era sólo Silvio, sino el recuerdo del hombre más importante en mi vida; mi papá. Mi hermano tocaba sus canciones y yo me sentaba junto a él escuchándolo así fui sabiendo más de Silvio, y recordando más de mi vida en Oaxaca.
Un día hablando con mi papá le dije “Fíjate que me ha dado por escuchar trova, en especial a Silvio Rodríguez” creo que mi papá se alegro, al igual que el día que le dije que quería leer un libro, él mi dijo “que bueno eso es señal que estás madurando” después de mi etapa BSB si era una buena noticia.
Cuando le dije eso mi papá comenzó a mandarme discos de Silvio y así me enteré de otras canciones como la que ahora puedo decir que es mi favorita: “Y nada más”, “Canción de Elegido”, “El sol no da de beber” etc. y así mi gusto creció y crecí yo y cada año les entendía mejor a sus canciones.
La trova de Silvio ya formaba parte de mi música favorita, y no tenía sustituto, porque su voz, sus canciones me ponían tan feliz y tan tranquila, que nada en la vida me importaba en el momento que escuchaba a Silvio. Pasaron los años y mi gusto no cambio, pero Silvio si, paso de ser Silvio Rodríguez Domínguez el trovador cubano, a MI SILVIO mi trovador cubano.
Escucharlo ya no me bastaba necesitaba verlo en concierto, muchas veces lo creí imposible y mientras pensaba eso me repetía, me gustaría haber nacido en los 60’s o 70’s, para verlo, pero eso era imposible... ya había nacido en los 80’s y mi gusto por él se había dado en la nueva era.
Durante ese tiempo vino en dos o 3 ocasiones pero nunca cerca de mi, algo impedía que mi sueño se hiciera realidad. Hasta que un día... en mi cumpleaños (bendito regalo de Dios) me entere que venía, mi hermano ya tenía boleto, y yo no, ¿saben lo que sentí?, pensé que la oportunidad de hacer realidad mi sueño se me podía ir de las manos, así que como desesperada, le hable a mi papá y le dije “ Silvio Rodríguez va a venir a Puebla tengo que ir, POOOOR FAVOOOR, que sea mi regalo de cumpleaños, no pido más… ninguna otra cosa sólo ir a ver a MI SILVIO”, a mi papá ante tal elocuencia dijo que si.
Y en ese momento me fui por mi boleto. Ahora que lo pienso mi mamá me dio el dinero, pero no recuerdo habérselo pagado, bueno fue colaboración de ambos jaja :P. Una vez con mi boleto en mano no quedaba más que esperar y saben como odio esperar, pero quedan 11 días para verlo, y trascurrieron lentos, pero valía la pena, mi sueño esta a 11 días de ser realidad.
Me emocionaba como una tonta cuando pasaban los spots de radio, y les decía a mi compañeritos, yo voy a ir a ver a Silvio, creo que ya me odiaban pero no me importaba. Y al fin llego el día, como toda una fanática me fui a verlo, aunque creo que la regué bien y bonito, porque como estudiante de periodismo, no se me ocurrió buscar una acreditación para entrar a entrevistarlo y ni se diga verlo.
Como sea, yo estaba ahí una fila delante de mi hermano... pasaron los minutos y yo ya quería verlo. Y por fin apareció y yo estaba muy muy pero muy emocionada. Comenzó con “Mi casa ha sido tomada por las flores” canción de su más reciente disco el cual estaba promocionando., sólo basto una canción para emocionar a todos los que estábamos presentes.
El ambiente era mágico, la flauta era simplemente sublime y el bajo hacia un marco estupendo para la guitarra de Silvio Rodríguez, al finalizar su canción los aplausos inundaron el complejo cultural, y los gritos no se hicieron esperar, ¡“viva Cuba”! a lo que Silvio respondió ¡“viva Puebla”!, ¡”Silvio eres lo máximo”! y sin distinciones de sexo ¡”Silvio TE AMO!” y entre ellos mi grito se ahogaba esperando que llegara a odios de Silvio, hombre y mujeres, de todas las edades nos entregábamos sin más a la música del trovador Cubano.
Rodríguez siguió con sus canciones, Sinúe inspirada en los cuentos de las mil una noches y en cierta forma como reclamo a los bombardeos de Irak. Continuó “pedacito de papel al viento”, cita con Ángeles”, canciones de su ultimo disco y “¿A donde van?” canción de su disco “MUJERES”, “Casiopea” del disco “Rodríguez” (homenaje a su padre), “Canción del la trova”.
Dejó de lado las canciones de su nuevo disco para entrar de lleno en aquellas canciones que ya son pasadas pero un siguen teniendo un lugar en el gusto de todas las personas amantes de su música, por no decir que el mío.
Cada vez que una canción terminaba yo toda frenética aplaudía y gritaba, esperando que Silvio hiciera caso de mis peticiones, creía que él estaba ahí sólo para mi, pero no era así, había otros que pedían canciones como las de cajón “Ojála”, “el necio”, “playa Girón” y otros tantos se limitan a decir: “¡Silvio no te vayas nunca!”, o ¡“ eres el mejor”! .
Una de las personas del frete, le dijo “puedes tocar lo que quieras” a lo que le siguió una broma de Silvio, ¡”pues… eso tratamos de hacer… tocar lo que queremos… pero sin que se den cuenta”! a este comentario las personas estallaron en carcajadas.
Las peticiones siguieron, y entones tocó “Te doy una canción”, y las personas respondieron encantadas, pero sin duda mi emoción llegó al límite con “el sol no da de beber”, “canción del elegido”, en estas dos debo admitir que las lagrimas se escaparon de mis ojos, no de tristeza sino de esa extraña emoción, de euforia, encanto y felicidad.
También cantó “pequeña serenata diurna”, “el papalote”,la cual es un recuerdo de su infancia, “playa Girón” con lo cual se anunciaba el fin de su concierto.
Silvio se despidió agradeciendo el apoyo dado, pero lo que no él no sabia era que no lo dejaríamos ir tan fácil, ¿cómo dejarlo ir si mi sueño estaba en pleno regocijo? Todos los que ahí estábamos como locos gritamos ¡”otra, otra “!, hasta que lo conseguimos Silvio se regresó y cantó una vez más ahora con “Sueño con Serpientes”, al terminar se despedía por segunda ocasión y por segunda ocasión tuvo que ceder a las peticiones del público poblano, y lo hacia con “Réquiem” aunque aclaró que no se la sabia muy bien.
“Ojalá” fue la tercera canción que cantó después de su tercera despedida, más claro no podía ser, el siglo XXI no lo iba dejar ir tan sencillo, cantó “historia de las sillas” en otra vuelta que dio para regresarse a complacer al implacable auditorio, y por fin para terminar cerca ya de las 11:00 PM, Silvio tocó “Verónica del mar” con lo que ya dio por terminado su concierto.
Aunque pedíamos otra, sabíamos que ya no regresaría por que ya lo había hecho en 5 ocasiones, y aun así esperábamos ver por ultima vez a nuestro trovador, Silvio Rodríguez, porque ahora no saben cuando se repetirá esa experiencia que a muchos llenos de jubilo y de emoción, quizá pase mucho tiempo otra vez, antes de que puebla se llene de la música de un poeta, de un músico tan grande como Silvio Rodríguez.
Así la noche del 11 de mayo quedara guardada en mi memoria, porque me confieso amante de la trova y obvio de mi Silvio. Esa noche se rompió con una ausencia de 25 años, tiempo de su última visita a Puebla, y aunque había estado años antes en la ciudad de México, en Guadalajara en un concierto, y el año pasado en el festival de la palabra en el DF, las personas de aquí anhelaban que regresara para deleitarse con sus canciones.
Al salir de concierto estaba como en otro mundo pensaba que ese día se hizo realidad mi sueño, y que nada ni nadie me iba a quitar esa felicidad, ni mis lagrimas de emoción, ni nada. GRACIAS SILVIO POR ESE CONCIRTO Y HACERME LA MUJER MÁS FELIZ DEL MUNDO… TE AMO. :D