Maya
Soy lo que tus sentidos perciben pero esto no quiere decir que exista... soy diferente para cada persona pero sólo una esencia. soy un simple comodín en un mazo de cartas. Tan único como cualquiera

12 julio 2006

Sucedió la noche pasada, por no decir que anoche, debo decir que no me considero fanática de la película de dicha lagartija subdesarrollada, lo cierto es que anoche se hizo presente. Esto no quiere decir que fue porque haya visto la película. Pero lo cierto es que viví el pánico y el terror de ser victima de este personaje. Les voy a contar lo más detallado posible cómo fue el antes mencionado evento.

Estábamos en mi casa mi familia y yo, sin mucho que hacer, o quizá sí, pero lo mismo de siempre... sin embargo para darle variedad a nuestra vida decidimos salir a dar un paseo... salimos al patio... con toda calma nos dirigíamos al coche, cuando de la nada salió uno de mis vecinos y nos dijo que no podíamos salir, que había alerta roja, que un enorme peligro asechaba Puebla, y que se prohibía a todo civil salir de su casa, había ordenes de esperar al ejercito para que nos llevaran a un lugar seguro.

Obviamente nos asustamos y decidimos refugiarnos en nuestra casa, hasta esperar dicho contingente. Al entrar pusimos las noticias para ver de que se trababa el mentado peligro. Debo confesar que yo me sentía angustiada, aterrada, realmente creía que algo malo pasaba, llegué a pensar que la vida humana llegaba a su fin, ese sentimiento me recordó el que el actor Mel Gibson representará en la película “señales”, cuando él y su familia se esconden de los extraterrestre en sótano y no saben qué pasa. 

Quizá así me sentía yo, con una maldita incertidumbre. Mi mamá llamó por teléfono a todos mis familiares para ver si toda la república estaba bajo dicha alerta, y desdichadamente así era. Todos estábamos refugiados, sin tener noticias de qué pasaba. Era aterrador, un miedo profundo recorría a mi mamá, ella no dijo nada pero yo sabía que estaba muy asustada, sudaba frío, estaba seria, no decía nada. Se hizo un silencio en la casa tan escalofriante que perturbaba. Ante mi pánico e incapacidad para reaccionar y ante el tan mal talante de mi mamá, mi hermano decidió hablar. Nos ordenó hacer maletas tomar las cosas que necesitáramos y los papales importantes. Pero aun no sabíamos de qué se trataba, no sabíamos a qué le huíamos. 

Así pasaron las horas sin noticias porque la señal de televisión desapareció, la radio muerta al igual que el teléfono, conservamos la luz por pocas horas, buscamos velas, para cuando anocheciera. La espera era eterna, nadie sabía nada, ni rastro de los soldados ni del peligro. Estábamos en la sala cuando la tierra retumbó y se escuchó un sonoro estruendo que estremeció mi alma. Con miedo alcé la mirada, y lo vi, o sólo sus piernas porque el resto de su cuerpo se alzaba hasta por encima de las nubes, un pavor me recorrió el cuerpo, estaba segura que era él aunque me parecía sorprendente. Sus patas verdes y escamosas eran inconfundibles, además del olor a pescado tan concentrado. 

Levanté mi vista nuevamente, incrédula, asustada, y era Godzila. Él me miró... con sus enormes ojos saltones me paralice del miedo, estaba hipnotizada, mi hermano me gritó y desperté, corrí dentro de la casa, pero ya era demasiando tarde, Godzila me había visto. El monstruo verde nos buscaba, con su cola destruyó el primer piso de la casa, mi familia y yo sólo corríamos de un lado a otro para no ser pisados ni alcanzados, los bloques de ruinas que dejaban de mi casa. Después de huir nos escondimos en un sótano, con una sola cosa en la mente, esperar hasta que se fuera, tomar las cosas y largarnos hasta Argentina.

En ese lugar nos encontramos a mis vecinos todos asustados porque godzila estaba rondándonos. Uno de mis vecinos nos dijo que la largatija había entrado por el puerto de Veracruz y que había destrozado todo, que no se sabia si había gente aun viva, todo era un desastre, y de Veracruz había entrado hasta Puebla. Mientras nos informaban eso godzila seguía afuera, esperando vernos para devorarnos, teníamos que permanecer en silencio, inmóviles. Otra vez volví a sentir el ojo penetrarte de godzila, pensé que ahora sí era mi fin.

Pero afortunadamente pude despertar antes de que me comiera... sin embargo estaba asustada todos las sensaciones y sentimientos eran tan reales, hasta godzila era real. Creo me despertó el celular con un mensaje de Jorge...menos mal que lo hizo... No sé mucho de sueños pero no es la primera vez que sueño con dinosaurios, godzila, entes malignos, el fin del mundo. Pero si alguien puede decirme que significa lo agradeceré.



Posted by Maya at 10:43 a.m. |

2 Comments:

At 2:53 p.m., Anonymous Anónimo said........
Sepa. Yo también los he soñado. Una vez soñé que me escondía de un tiranosaurio rex en el filo de la puerta de mi casa, y me cubrí con una sábana de payasitos para que no me viera :p jaja también he soñado que estoy en marte y que los planetas se caen. Quén sabe qué será.
 


At 9:21 p.m., Anonymous Anónimo said........
Hola!!!
Me parece muy buena la historia, a México le hace falta periodistas con esa imaginación para escribir y hacer retoricas de la vida. "FELICIDADES Y SIGUE ASÍ"