La industria cinematográfica, en días pasados nos ha traído, el poder y la justicia de un nuevo héroe no menos fantástico que los demás pero si menos vivo. Producto de la inventiva característica en superhéroes de Marvel Comics, llega Ghost Rider, un fantasmagórico personaje que se dedica a cazar demonios deshonestos, lo que faltaba, como si no tuviéramos suficiente con los mortales, que son aun más mezquinos y funestos.
Mientras año con año, el cine norteamericano se encarga de enriquecer el ya tan amplio panteón de héroes, todos ellos, lógicamente; atléticos, con cualidades sobrehumanas, con un profundo sentido del deber, del honor, del amor al prójimo, la justicia, de habla inglesa y donde una de dos, o son guapos o por lo menos son carismáticos como el guapo Ben lo que es lo mismo, La Mole, los héroes en México están de vacaciones o quizá ya han sido corrompidos por las fuerzas del mal.
Los héroes hechos en México, últimamente, no han hecho mucho acto de presencia, o sino, ¿dónde estuvieron el dos de Julio, o en el asesinato de Colosio, en el error de diciembre o recientemente defendiendo a los más necesitados en contra del aumento del precio de la tortilla? , ¿a dónde se fueron Kaliman, el Chapulín Colorado, El santo y Lola la trailera ?.
Simplemente han sido destruidos o mejor dicho han sido desechados por una industria que es multimillonaria, que invierte millones y que es experta en la fabricación de héroes y villanos. No es sorprendente que haya pasado esto, puesto que las últimas películas en las que se resaltaba el heroísmo mexicano fueron las de Lola la trailera, las de Valentín Trujillo, o de Sergio Goyri, personajes que representaban una mítica especie la de Rambos región 4, los únicos, al parecer, capaces de vencer al narcotráfico, y éstas son muy viejas o están por debajo de lo espectacular que son las películas de spiderman, las cuales invierten por película un aproximado de 18 millones de dólares y llegan a obtener ganancia entre el doble y el triple de la inversión inicial.
Por eso no es de extrañarse que los niños prefieran la espectacularidad que se ve en las películas de Badman, Spiderman, o Superman, y el problema no es de los niños, ya que ellos sólo buscan un modelo que ayude en su forma de adaptación y de identificación de valores.
El problema principal reside en que México no es un país con una cinematografía de género es decir, este tipo de películas son reemplazadas por lo que pretenden ser docudramas dejando de lado completamente la ficción y la fantasía, estos productores se esmeran en la representación de la crueldad, la corrupción y el abuso, cayendo en la repetición y la redundancia.
Esa es una de las razones de que no exista alguien que combata con bravura la delincuencia en México, o que sea capaz de rescartar a Vicente Fox cuando se dice y se des dice, o que simplemente le ayude a López Obrador para aceptar su derrota, aunque bueno, se pide un héroe no un Dios.
En nuestro país quizá el mejor lugar en donde se puede encontrar una suerte de héroe es en la lucha libre, digo es lo más cercano, ya que los luchadores, muchos usan máscaras para proteger su verdadera identidad o por lo menos disimular su atractivo físico, además no hay que olvidar que representa en el ring una lucha entre el bien y el mal.
No podemos reprocharle nada a este espectáculo ya que nos ha brindado más héroes que el cine mexicano, “para muestra falta un botón”, ahí tenemos al Santo el cual comenzó en un ring pero después talvez por la necesidad de un superhéroe, pasó a la pantalla grande, protagonizando alrededor, o más, de 60 películas, en las que destacan: Santo contra las Mujeres vampiro, contra las momias de Guanajuato, contra los monstruos entre muchas otras.
Estas películas han pasado a la historia y han formado parte de la cultura de México, pero el Santo por muy héroe que haya sido, no pudo vencer a la muerte, y dejó un país sin alguien que los sucediera, ni siquiera Blue Demon, contemporáneo de éste y su eterno rival, como el Lex Luthor de Superman.
Pero en estos últimos tiempos ha comenzado a vislumbrase el nacimiento de un nuevo héroe, o al menos así lo hacen parecer las historietas en las que rescata damiselas en peligro, defiende la justicia, el amor al prójimo y el honor, su nombre es Místico el príncipe de plata y oro, el cual ha construido una carrera sólida, ha levantado suspiros entre algunas jovencitas a pesar de que oculta su rostro bajo una máscara pero sobre todo, ha comenzado a crearse una imagen de ídolo o superhéroe entre los niños.
Lo que nos hacia falta realmente, un superhéroe que gustara de tacos y cemitas y perteneciera a un contexto cercano.
Ojalá que este no sea sólo un efímero esplendor de superhéroe, que sólo nos ciegue por momentos, o en otras palabras que no sea “mucho ruido y pocas nueces” y sea algo duradero que nos salve del pensamiento de que México no es un país creativo y apto para un superhéroe, en el cual a la Mujer Maravilla la pueden confundir con una chica de tacón dorado por su atuendo estrafalario, en donde la burocracia puede hacer más incompetente hasta al mismo Capitán América, y es capaz de corromper a un abogado sin miedo como Dare Devil.
Pero mientras todo esto sucede estaremos en espera de que los héroes Mexicanos aparezcan y nos rescaten del absurdo, de la burocracia, del narco, de la corrupción, de los policías y de los feminicidios y que conste que no pedimos un semidiós sino a un héroe.
MAYA 