Maya
Soy lo que tus sentidos perciben pero esto no quiere decir que exista... soy diferente para cada persona pero sólo una esencia. soy un simple comodín en un mazo de cartas. Tan único como cualquiera

06 octubre 2006

Pobre indefensa, la vi con vida pocos instantes. Conocerla, es algo que no pudo afirmar, ya que sólo fue un pequeño momento que la vi… pero ese lapso de tiempo, basto para conmoverme. 

Pocas cosas habían llegado a la ternura de mi corazón, quizá ahora sólo pueda recordar dos, la primera vez que alguien me dijo “TE AMO”, y la segunda, cuando escuche a una niña pequeña decirle a su papá “Cuídate mucho y qué Dios te bendiga”, con la inocencia que sólo una niña de 4 años tiene. 

Pero ahora puedo sumarle otra. Verla a ella, tan indefensa en espera de que alguien le permitiera dejar de sufrir. Como ya dije no la conocí, no sé su nombre, quién era, dónde nació, ni todas esas cosas que pueden ser triviales pero que son de pronto muy importantes. 

Pero me bastó con verla, para fabricar con mi mente su historia y los motivos por los cuales terminó de esa manera. Puedo pensar que antes de tan fatídico accidente, ella le perteneció a alguien. Alguien se divirtió con ella. Su existencia quizá se vio entre altibajos. 

Algunas veces fue acariciada, otras fue cruelmente golpeada, en ocasiones por un palo y otras quizá fue pateada. Uno, dos, o más jugaron con ella, y durante ese tiempo fue feliz. Pero nada es para siempre y la felicidad suele ser efímera. 

Me atrevo a pensar que si terminó así fue porque o la dejaron hacer o fue porque la sustituyeron, a lo mejor por una más joven y menos usada y ella ya sin ganas, inservible, quedó en el olvido… Sin embargo, indefensa, como he decidido llamarla, terminó cayendo desde un puente, y atropellada por los automóviles que pasaban, uno de ellos el mío. 

Me horroriza pensar que yo termine con su vida, ojalá me lo agradezca. Aun la recuerdo y me perturba, la vi rebotar sobre un jetta, después sobre un corsa, hasta que murió apachurrada y desinflada por un Directo a Cholula. 

No obstante creo que alguien podrá extrañarla, y desear jugar con ella una vez más, quizá el niño que la dejo caer desde el puente, o a lo mejor a éste, no le interés tanto porque como ella hay muchas y es fácilmente reemplazable… 

Desde la Recta vi como del cielo caía esa indefensa pelota morada, y gordita, y fui testigo de como el destino, la velocidad de los coches y el peso de un autobús, acabaron con la indefensa pelota…

Posted by Maya at 8:53 p.m. |

1 Comments:

At 10:27 p.m., Blogger Prismatico said........
he vuelto , como estas? salu2