Maya
Vagaba por la red, porque eso hacía no buscaba nada en especial.
Le di una revisada a mi blog, el cual no actualizo desde hace mucho, también al de las exiliadas que está en las mismas.
Decidí darle clic para buscar otros blog y tuve un hallazgo impresionante, me encontré abriendo una página pro Ana y Mia.
Ana y Mia, así se le llama a la Anorexia y a la Bulimia. En estas páginas te ofrecen toda una gama de consejos y tips para bajar de peso de esta manera.
En la página de Internet pro-anaymia.blogspot.com, la autora afirma que la anorexia y la bulimia es el camino a la perfección.
En pro Ana y Mia, encontré todo un arsenal de tips para llegar a esa perfección. Una idea descabellada cruzó mi cabeza, decidí probar si esos tips son efectivos y no tanto porque este frustrada con mi peso, más bien como una investigación periodística, así que decidí ser Ana.
Día 1
Me pesé, no puedo creer que vaya a decir mi peso pero todo sea por la investigación, la báscula señaló 59 Kg., mi estatura es de 1.70 según mi índice de masa corporal estoy bien en mi peso.
Mi desayuno fue un vaso de agua, según los tips que leí tomar un vaso de agua inhibe el apetito, a ver si es cierto. Salí de mi casa al trabajo sólo con un suéter delgado ya que dicen que el frío te ayuda a quemar calorías porque tu cuerpo necesita estar oxigenado, sólo espero no enfermarme de gripe.
En todo el día sólo hice una comida, un poco de fruta con cereal, Ana dice que sólo debo comer menos 300 calorías y tomar mucho agua y tes porque son diuréticos.
Al termino de este día sólo puedo decir ¡quiero una tortaa!
Día 2
Una amiga, de quien prefiero no decir el nombre, me dijo una vez que para evitar tu familia se diera cuenta de que estabas dejando de comer lo mejor era decir que habías comido en la calle aunque no haya sido verdad, así tu familia no te presionaría para comer.
Desayune otra vez agua mucho agua porque tenía mucha hambre y para no desmayarme un pan con mermelada de fresa sólo para mantener con glucosa mi cuerpo.
Llegó la hora de la comida pero la evite le dije a mi familia, lo que mi amiga me había dicho en caso de sentir presión para comer, les dije “no gracias, es que ya comí por la calle”, con eso ya no me insistieron para que comiera. Aunque yo qué más hubiese dado para que me insistieran un poquito.
Día 3
Hoy cambie mi dieta y ya no tomé tanta agua como los dos primeros días, sólo tomé un té de manzanilla y la mitad de una manzana. A pesar de eso no tuve tanta hambre. Aunque debo confesar que me comí una barrita de esas que son de cereal. En la hora de la comida volví a decir que ya había comida, ese sí fue un consejo útil y aunque ya lo use dos días consecutivos me creyeron.
Para la cena, sólo me tome un té ya que dice Ana, que evite consumir azucares y grasas después de las 6 de la tarde debido a que el metabolismo cambia y es cuando más acumula grasas, así que no cene aunque debo decir ¡tengo hambre!
Día 4
Llevó 4 días sin comer bien y hoy estuve a casi nada de tirar la toalla, darme por vencida y sucumbir ante un delicioso sándwich, pero logré mantenerme firme y sólo tome una pera. No puedo ayunar completamente porque al despertar tengo hambre.
Anoche soñé con un festín, mucha comida era un buffet pero yo lo preparaba, hacia unos camarones con coco riquísimos, todos los alimentos eran engordadores. Yo era tan feliz disfrutando ese majar, lástima que sólo fue un sueño.
Empiezo a tener mis dudas de terminar la semana como Ana, porque todo se me antoja, pero por fines periodísticos y en un esfuerzo para comprobar si todo esto funciona, no comeré más de lo que “debo”.
Día 5
¡Buenos días!, ¡tengo mucha hambre!, no puedo hacer otra cosa más que desear y esperar que esto termine. Hoy ya no me dio tiempo de tomar mi té, sólo me llevé una botella de agua muy fría, porque Ana dice que entre más fría el agua más calorías quemas.
Descubrí que después de tener mucha hambre ésta desaparece en un par de horas debido a que no como nada.
Mi preocupación está en el fin de semana, ya que me será más difícil inventar que ya comí en la calle, además siempre el fin de semana comemos en familia, pero estoy segura que lo resolveré.
Día 6
Logré no desayunar más que una pera y un yogurt, para la comida tuve que hablar mucho y tomar mucho agua y darle un par de bocados a la comida así me llené.
Apenas y probé la rica, rica, muy rica, comida de mi abuelita. A media tarde me tentaron unas palomitas naturales, sólo comí un par de ellas aunque me moría de hambre así que me hice otra vez muy amiga del agua fría y tomé y tomé mucho agua hasta que mi estomago sonaba como un globo lleno de agua, pero tengo que decirlo otra vez ¡tengo mucha hambre quiero una pizza!.
Día 7
Este es el último día que hago esto de no comer bien. Para variar no desayune. Me dormí toda la mañana así que cuando desperté ya no tenía hambre. En la hora de la comida tuve que echarle mucha sal a los alimentos, así que todo estuvo tan salado que no pude comer, ¡vaya desperdicio!. Creo que todos estos días el agua se volvió mi mejor amiga me llenaba pero pues no es lo mismo, se quita rápido esa sensación y regresa el hambre.
Los resultados
Ya termino mi faceta como Ana, lo cual me hace sentir bien, pero al pesarme la triste realidad fue qué sólo baje un kilo y medio. Tanto sufrir para nada a decir verdad muchos de los tips de las páginas pro Ana o pro Mia no funcionan, sólo te debilitan y, al menos en mi caso, estuve más tensa, más irritable pero sobre todo hambrienta.
Lo que sé debe hacer para bajar de peso es hacer ejercicio y comer, pero cosas sanas. Hay una frase que dice “las dietas engordan, comer adelgaza”.
