Siento una paradoja en mis emociones, no sé si el término para referirse a las emociones sea paradoja quizá el más apropiado es “contradicción” o “sentimientos encontrados”.
Sin embargo la palabra que se me vino a la mente en este momento fue paradoja, porque simple y sencillamente quiero pero a la vez no quiero entrar a clases.
Creo que esto no es novedad para ninguno porque seguramente más de una vez lo han sentido... saben a que me refiero, a esa HORRIBLE sensación que empieza a acelerar el corazón, que despierta una sutil o aparatosa (según la persona) angustia que yacía dormida por casi 3 meses o un mes depende.
Comienza el estrés con tan sólo pensar que nos espera el próximo semestre. Mas no todo es tan horrible porque acompañado de esto viene una excitación muy curiosa y por ñoño que se escuche, a veces hasta da gusto saber que al fin se va continuar con una camino que se ha dejado, para descansar y tomar energía.
Da gusto (en algunos caso como el mío y de otros tantos) saber que al fin se va a hacer algo productivo y se va a acabar el aburrimiento, aunque claro, a medio semestre ya nos estaremos quejando y pidiendo a gritos que las vacaciones regresen.
Otros fenómenos que los estudiantes presentan al entrar nuevamente a clases, es la incertidumbre de saber que tal nos ira el semestre, unos como yo un día antes experimentamos insomnio, el cual es HORRENDO.
Pero los estudiantes de la Escuela de Periodismos de la UPAEP, o al menos yo, estoy en constante desacuerdo con los horarios, porque nunca lo hacen de una manera decente.
Siempre dependemos de los horarios de CICOM que no están por demás menos feos que los de periodismo. Entonces se conjugan dos horarios feos... y hacen que el de los alumnos de periodismo sea horrible.
Por ejemplo este semestre que ya esta por entrar... dos días salgo a las 7 de la noche y otro a las 8... no hay manera de hacer un horario distinto porque las materias se empalman o simple y sencillamente no se puede porque esas materias nocturna son de periodismo y sólo las abren para nosotros... y de no tomarlas tendría que esperar a la generación subsiguiente...
Se que estoy haciendo mucho pancho... y que me terminare por acostumbrar… pero es que entiendan vivo un poco lejos de la escuela… y me da cosita andar por las calles de la ciudad en la tarde noche sola… pero ya ni quejarse es bueno porque no por mi van a cambiar el horario y sé que siempre me voy a enfrentar a esté horrible problema..
Unas veces el horario no será tan feo pero otras será peor ni modo… Todo sea por estudiar periodismo y ser periodista y escritora muy pronto.
mi horario también es horrible. Entro a las 7 de la mañana, (lo que implica salir de mi casa a las 6 y salgo de la escuela a las 8pm!!!, todos los días menos el vienres.... ya hubiera sido una falta de resperto!!!)
buena suerte y buenas vibras pal nuevo semestre!!